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Guillermo Strong Patterson, fundador de la IEUCB

Guillermo Strong Patterson, Fundador de la IEUCB

Guillermo Strong Patterson (1877 - 1960)

Guillermo Strong Patterson (1877 - 1960)

Guillermo Strong Patterson (1877-1960), fundador de la IEUCB. La historia de la IEUCB comienza con la vida y misión de Guillermo Strong Patterson, un hombre de negocios neoyorquino transformado por la fe. Nacido en Brooklyn en 1877, Strong era un exitoso vendedor de seguros industriales que, tras una conversión profunda a los 35 años, sintió el llamado de Dios a dejar atrás su cómoda vida en Nueva York y dedicarse a las misiones en Sudamérica. Junto a su esposa Jessie Elizabeth Thompkins y sus hijos (Guillermo “Bill” Jr. e Inés), zarpó rumbo a Chile en 1923 con el único propósito de predicar el evangelio. Antes de llegar a Chile, Strong había explorado el campo misionero en Bolivia, donde sirvió como tesorero de una misión, pero anhelaba especialmente evangelizar soldados – una carga que nació durante la Primera Guerra Mundial, cuando impartía clases bíblicas a tropas cerca de Nueva York. Este anhelo lo condujo finalmente a Tacna, ciudad entonces bajo administración chilena, adonde arribó a fines de 1923 convencido de haber hallado la puerta abierta de Dios para su ministerio.

Guillermo Strong, Jessie Thompkins (esposa), Guillermo "Bill" Jr. (hijo) e Inés (hija)

Guillermo Strong, Jessie Thompkins (esposa), Guillermo "Bill" Jr. (hijo) e Inés (hija)

En 1924, Guillermo Strong estableció en Tacna su primer “centro” de estudio bíblico, un lugar de reunión para soldados donde se enseñaban las Escrituras. Vio en los 5.000 soldados chilenos acantonados en Tacna por el plebiscito pendiente con Perú la oportunidad de compartirles el evangelio. Obtuvo permiso militar para dar charlas de moral y, con la ayuda de un oficial del Ejército de Salvación que traducía al castellano, comenzó a predicar a los soldados acerca de Cristo. Al mismo tiempo, arrendó una casa grande que sirvió como centro de reposo para misioneros que bajaban enfermos del altiplano boliviano, brindándoles hospitalidad mientras recuperaban su salud. Así nació formalmente la “Soldiers’ Gospel Mission” (Misión del Evangelio para Soldados) en Tacna. Durante esos años, Strong repartió miles de Biblias y Nuevos Testamentos entre los militares y pobladores, siempre enfatizando sus dos grandes ejes ministeriales: la evangelización de los perdidos y la centralidad de las Escrituras – énfasis que hasta hoy forman parte del ADN de la IEUCB.

Dios prosperó la obra en Tacna por varios años. Sin embargo, tras el plebiscito de 1925- 1926, Tacna fue reincorporada al Perú en 1929, lo que obligó a cerrar el centro para soldados. Los Strong entregaron la obra de Tacna a otros creyentes locales y dirigieron su ministerio hacia el sur de Chile, estableciéndose en Concepción en 1930. Allí continuaron predicando a los soldados del Regimiento Chacabuco y distribuyendo porciones. En Concepción, Guillermo Strong publicó el primer boletín de la misión, titulado “Centinela del Sur”, en 1932, el cual sentó las bases formales de lo que más tarde sería la Iglesia Unión de Centros Bíblicos. Para entonces la misión comenzaba a tomar una forma más organizada: otros misioneros extranjeros se sumaron al trabajo de los Strong, y la obra dejó de ser esfuerzo de una sola familia para convertirse en una misión creciente. Strong adquirió un fundo agrícola en Miraflores (cerca de Coihueco, Ñuble) que sirvió como base central de la misión y lugar de orientación para los nuevos obreros. En esa propiedad se plantó la primera iglesia rural de la misión, reflejando un cambio de enfoque: de ministrar exclusivamente a militares, la visión se amplió hacia la evangelización de comunidades campesinas y mapuches. Consecuentemente, el nombre de la misión se ajustó a “Soldiers and Gospel Mission of South America” (Misión para Soldados y del Evangelio de Sudamérica) para abarcar esta nueva faceta de plantación de iglesias rurales. Desde entonces, establecer iglesias locales pasaría a ser la pasión central de la misión.

Guillermo Strong repartiendo Nuevos Testamentos a los soldados de la Fuerza Armada de Chile

Guillermo Strong repartiendo Nuevos Testamentos a los soldados de la Fuerza Armada de Chile

Durante la década de 1930, Guillermo Strong y sus colaboradores se adentraron en territorios mapuches del sur de Chile, iniciando obras pioneras. En 1934-1935, su hijo Guillermo “Bill” Strong Jr. y su nuera Winifred comenzaron un ministerio entre los indígenas mapuches en Galvarino, fundando allí el primer centro de acción misionera enfocado en esa etnia. Bill Jr. llegó a dominar el idioma mapudungún y tradujo himnos cristianos al dialecto local, los cuales su esposa entonaba con los mapuches. Pronto otros misioneros se unieron: la enfermera Ione McKellop (llegada en 1931, primera recluta desde EE.UU.), matrimonios como Enrique y Ruth Tobelmann, Albert y Gertrude Landis, y obreros británicos como Tomás (Thomas) Davies y Fanny Jones, entre otros. La misión también acogió a creyentes chilenos comprometidos: en 1936 se integraron hermanos locales como Ernesto, Margarita y Blanca Vallette, quienes apoyaron en tareas evangelísticas y administrativas en el campo. La obra se expandió a distintas localidades de La Araucanía: además de Galvarino, se establecieron centros bíblicos en zonas rurales como Toltén y Puerto Saavedra en la costa, y Licán Ray y Liquiñe en la precordillera. Un fruto notable fue el surgimiento del primer obrero nacional de tiempo completo, el hermano Juan Coñonáo, un mapuche convertido en Galvarino que en 1940 fue enviado a servir en Lautaro. Desde allí, Juan predicaba tanto a su pueblo mapuche como a los huincas (chilenos no indígenas), en sus respectivos idiomas, y es recordado como un incansable siervo de Dios.

A medida que la misión crecía, también se hicieron necesarios pasos formales para su organización. En 1940, la misión fue legalmente incorporada en los Estados Unidos (Estado de Pensilvania) para facilitar la adquisición de bienes y recepción de donaciones, afiliándose a la IFCA (Independent Fundamental Churches of America). Poco después, en 1943, se vio la necesidad de establecer una entidad legal en Chile que agrupara a las incipientes iglesias locales. Con asesoría legal, el pequeño cuerpo misionero constituyó la “Corporación de Beneficencia Unión de Centros Bíblicos” con sede en Temuco. La personalidad jurídica se obtuvo por Decreto Supremo Nº 2072 del 22 de mayo de 1944, formalizando así la existencia de la Unión de Centros Bíblicos. Entre los firmantes fundacionales de dicha corporación chilena estuvieron el propio Guillermo Strong, el misionero Jorge (George) Black, el hermano Benito Silva y uno de los primeros pastores nacionales, Luis Nahuelpán. De esta manera, la Iglesia Evangélica Unión de Centros Bíblicos quedó establecida legalmente, funcionando en estrecha asociación con la rama misionera extranjera (los misioneros de la Gospel Mission of South America, GMSA) pero con autonomía en su administración eclesiástica nacional.

En las décadas siguientes, la IEUCB consolidó su presencia tanto en zonas rurales como urbanas de Chile. Durante los años 1940, numerosos misioneros —varios de ellos graduados del Instituto Bíblico Moody reclutados a fines de los 30— arribaron para reforzar la obra. Junto con predicar, los misioneros se involucraron en la educación: bajo el liderazgo de Guillermo Strong Jr., se fundaron escuelas rurales para alfabetizar a la población campesina, llegando a operar 34 escuelitas en su apogeo. Esto llevó a la creación, años más tarde, de la Sociedad de Educación Rural Cristiana (SERC) administrada por la UCB, para sostener ese ministerio educacional. Hacia 1950, la misión decidió impulsar decididamente la plantación de iglesias locales en ciudades. Así, ese año se organizó la primera iglesia urbana de la UCB en Temuco, reuniendo a varios creyentes provenientes del campo que habían migrado a la ciudad en busca de trabajo. Dicha congregación inicial se estableció en la casona misional de General Cruz 258 (propiedad que fungía como sede central) y tuvo como pastor al misionero Jorge Black, acompañado en el liderazgo por ancianos nacionales. A partir de entonces, la expansión urbana continuó hacia el norte de Chile: en 1952 los esposos Tobelmann se trasladaron para plantar obra en La Serena; en 1955 David y Evelyn Hamm abrieron trabajo en Coquimbo; y hacia fines de los 50, Marvin y Peggy Klassen iniciaron otra congregación en Ovalle, entre otras nuevas iglesias fundadas en la zona norte. Cabe destacar que en ausencia de locales propios, muchas de las primeras iglesias UCB se reunían en espacios sencillos e incluso en una gran carpa evangelística itinerante, que los misioneros armaban y desarmaban para cada reunión. Fue precisamente en esa carpa, mientras la feligresía primitiva se congregaba, que se comenzó a capacitar a quienes llegarían a ser los primeros pastores nacionales de la UCB, recibiendo formación bíblica básica directamente de los misioneros pioneros.

Después de décadas de incansable labor, Guillermo Strong Patterson entró en la recta final de su ministerio. A los 83 años, aún activo en la evangelización, Dios lo llamó a Su presencia de manera repentina el 20 de febrero de 1960. Aquella tarde, don Guillermo abordó un tren en Temuco con destino a Miraflores para predicar en una reunión; acababa de distribuir su último tratado evangelístico cuando se desplomó y partió instantáneamente a la presencia del Señor. Su esposa Jessie había fallecido pocos años antes, en 1955. Strong había servido casi cuatro décadas en Chile, recorriendo el país “de Arica a Punta Arenas” llevando el evangelio a los cuarteles y los campos. Su legado, sin embargo, no terminó allí: sus hijos Bill Jr. (quien continuó por años entre los mapuches) e Inés, así como un comprometido equipo de colaboradores misioneros y chilenos, dieron continuidad a la obra que él inició. De hecho, ya en 1957 Guillermo Strong había cedido la dirección general de la misión a su mano derecha, George (Jorge) Black, quien fue elegido como el segundo director de la GMSA y lideró la misión durante las siguientes décadas. Bajo este relevo generacional, la Unión de Centros Bíblicos siguió creciendo y expandiéndose. A comienzos de los años 1970, la visión misionera trascendió las fronteras de Chile: la federación de iglesias UCB se estableció también en Argentina y Uruguay, países adonde llegaron misioneros de la GMSA para plantar iglesias hermanas en aquellas tierras. Así, la UCB se transformó en una familia de iglesias internacional.

A lo largo del tiempo, Dios ha bendecido a la IEUCB con un notable crecimiento y madurez. Hoy la Unión de Centros Bíblicos cuenta con decenas de iglesias y grupos congregacionales a lo largo de Chile (más de 80 obras, desde Arica en el extremo norte hasta Coyhaique en la Patagonia) y congregaciones en Argentina y Uruguay. En total, se estima que hay del orden de 100 a 120 congregaciones vinculadas a la UCB sumando los tres países.

La visión misional y bíblica sembrada por Guillermo Strong perdura: la IEUCB mantiene un Departamento de Misiones activo, apoyando a aquellos hermanos que dejan todo para llevar el evangelio a otros lugares, Departamento de Campamentos que coordina los campamentos de Pirque en la zona central y Licán Ray en el sur que sirven para la edificación y comunión de la iglesia. Asimismo, fiel a su énfasis en la Palabra de Dios, la IEUCB continúa capacitando a nuevos obreros a través de su Seminario Bíblico, institución de formación teológica que lleva el nombre de su fundador, Guillermo Strong.

Reunión Distrital IEUCB

Reunión Distrital IEUCB

Nuestros Valores

Valoramos la exposición de la Palabra de Dios

Creemos que la Biblia es el medio que Dios utiliza para la conversión de los pecadores y la edificación del Cuerpo de Cristo. Por lo tanto, creemos firmemente que cumpliremos con nuestra misión (Hacer más discípulos a la imagen de Cristo) en la medida en que los líderes de las iglesias locales sean fieles expositores de la Palabra de Dios, tanto en lo público como en lo privado.

Valoramos la Dependencia de Dios

Creemos que Dios es Soberano y que sólo Él puede edificar la Iglesia. Por esto es que nos esmeramos en buscar su guía constante por medio de la oración en todos nuestros ministerios, como lo hizo el Señor Jesucristo en su ministerio terrenal.

Valoramos el Evangelismo

Creemos que el último mandato de nuestro Señor Jesucristo debe ser nuestra primera prioridad, y tenemos la responsabilidad de compartir de la Gracia que nos es dada. Por lo tanto, creemos firmemente que cada una de nuestras iglesias locales deben esforzarse en invertir sus recursos para llevar el Evangelio y hacer discípulos alcanzando y enseñando a las personas que no asisten a ninguna iglesia.

Valoramos la Unidad

Creemos que Cristo es la Cabeza de la Iglesia, y nosotros somos su Cuerpo. Por lo tanto, siendo una unión indisoluble, debemos andar juntos en amor cristiano, preservar la paz, trabajar por el progreso de la iglesia, en conocimiento, santidad y unidad por medio del ejercicio de los dones y talentos que Dios nos ha dado, colaborar con el mantenimiento de la obra, y mantener los cultos, ordenanzas y doctrina. De esta manera, nos esforzamos en solucionar nuestros conflictos de estrategias o de temas que no sean centrales en nuestra declaración doctrinal, en base a estos valores.

Valoramos la Piedad

Creemos que el cristiano debe reflejar en su vida el carácter de Cristo, viviendo lejos del pecado y buscando la santidad. Por lo tanto, nos esforzamos porque nuestras relaciones dentro y fuera de la iglesia se caractericen por glorificar a Cristo, viviendo en santidad.

Nuestra Misión

"Haciendo más Discípulos a la Imagen de Cristo"

"Haciendo más Discípulos a la Imagen de Cristo"

"Haciendo más Discípulos a la Imagen de Cristo"

Nuestra Visión

Como Iglesia Evangélica Unión de Centros Bíblicos, anhelamos que:

Como Iglesia Evangélica Unión de Centros Bíblicos, anhelamos que:

1. La Palabra de Dios sea expuesta con claridad y autoridad.
2. Que todas nuestras congregaciones se mantengan Dependiendo de Dios.
3. Que todas nuestras congregaciones alcancen al perdido.
4. Que todas nuestras congregaciones se encuentren unidas.
5. Que todas nuestras congregaciones revelen el carácter santo de Dios.

1. La Palabra de Dios sea expuesta con claridad y autoridad.
2. Que todas nuestras congregaciones se mantengan Dependiendo de Dios.
3. Que todas nuestras congregaciones alcancen al perdido.
4. Que todas nuestras congregaciones se encuentren unidas.
5. Que todas nuestras congregaciones revelen el carácter santo de Dios.

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